Y es que acaparas cada instante de mi pensamiento, tu mirada fija en mí, no puedo alejarme hoy de tí, un pasado con diversas historias brinca en nuestro presente, no quiero decir que vivamos del pasado pero tampoco que nos alejemos un futuro. La mayor parte del tiempo no sé ni lo que hago, ni lo que digo, ni lo que pienso, sé lo que siento, porque yo lo siento, porque a cada acción le corresponde una reacción.
Si pienso en tí -que es todo el tiempo- mi piel se estremece, mis pupilas se dilatan y me envuelvo en la inmensidad de mi mente. Lo que se tiene (hablando hoy de tì) es momentáneo, es decir, te tengo a momentos, es que eres como un reflejo en la oscuridad, llegas e iluminas todo, pero es un instante solamente porque así como llegas desapareces y todo vuelve a su penumbra.
Y no apena decir que apostaría todo por tí, por esos ojos que son la cárcel de mis pensamientos, por esos labios que sólo quiero morder, por ése TÚ en cuerpo y esencia que me droga, porque hoy no necesito vicios, cabe decir que no necesito ni una copa de vino para embriagarme de tí, hoy sólo quiero hacerte feliz, llenar cada aspecto de tu vida, y es que al tenerte sólo diré que no quiero perderte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario