Me encuentro en la inmensidad del sentimiento, en la perplejidad de lo que pienso, tu ausencia calando tan hondo, tu presencia tan vívida, casi como si estuvieras aquí. Pensando, pensando y nada mas no pienso nada. Lo que hacen los tontos es matar el tiempo.
Jugar con la Mente: Engáñame otra vez, transpórtame a los sueños sin balde de agua fría, que eso sea para después, cuando despierte otra vez; Llévame con la luna tengo una queja que darle: ¡La tenía que prometer! Ella nunca me lo dijo; después traedme al corazón pues fallo la fortuna que me encomendó. Nunca me dijeron que había que leer las contraindicaciones que vienen en letra pequeña detrás del envase. A decir verdad nunca hablaron de contraindicaciones.
Ahora las estrellas se burlan de mí, diciéndome ingenua por confiar, ya que eso no podía pasar, algunas personas prefieren constelaciones de papel y metafóricamente hablando no era eso lo que yo podía dar, lo mío no es tan abstracto, es más real.
"No le ofreció la luna, le dijo solo quédate, conmigo no hay fortuna que valga el corazón que te daré"
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