Nuestras cabezas navegan libremente en la inmensidad, nuestros corazones se motivan por demás, sentimientos y emociones brotan por doquier, ahora el problema es ¡¿Cuál escoger?!; Apatía y necesidad fueron nuestras decisiones, no digo que este mal, solo son muy contrarias desde donde lo quiero pensar; rugen mis pensamientos, susurra mi corazón, las lágrimas de mis mejillas corren a la línea de meta, mis labios quebrados deslucen su color, ahora prefiero soñar, y al mismo tiempo no soñar, materializar las cosas buenas y las no tan buenas, amoldar circunstancias, acciones, reacciones, a vil conveniencia propia, y de nuevo soñar que lo plasmo.
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