Yo no sé que sea pero no quiero tenerte. En mi cabeza, en mis pensamientos nunca esta el instinto de tocarte, de besarte, de caminar por un sendero tomados de las manos. Más bien, al idealizar el momento perfecto, tu estas aquí, a mi lado, acostados en una cama pero cada quien por su lado, no quiero que me mires con ojos propios de un cordero a punto de llevarlo al matadero, no quiero que me digas que he despertado el amor en ti; quiero que tus ojos, que mis ojos se centren en el infinito, en la simpleza de una conversación, en el sonido de tu voz y de la mía retumbando en la habitación, en la amplitud de tu sonrisa devora almas que nunca tiene compasión cuando se trata mí.
Una tarde, un lago, la platica de la casa perfecta, de las cosas olvidadas que el pasado se llevo. Una noche, compañía, un trabajo que yo no hacia. Tantas platicas, la abstraccion del tiempo. Yo no sé que sea pero no pienso un plural, no pienso 'de ti'. Lo que a mi mente acapara es un ni contigo ni sin ti.
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